Carta Plan C a mi Consuegra

Gracias a estas esta reflexión exquisita, conmovedora y profunda Plan C ha alcanzado casi 9 millones de vistas, ¿por qué? porque para quienes tenemos hijos e hijas, sabemos que un día nuestros hijos e hijas dejarán el nido que los recibió en este mundo y volarán para construir el propio.

Creo que la gran mayoría de las lectoras de esta carta, eso les llega profundo.

Dependerá de cada una, si ese suceso se vive con pesar y desdicha, o mejor aún, si construimos todo un camino para que ese viaje sea con el mejor del equipo: nuestra sonrisa, nuestras oraciones y nuestra vida plena, para que no sientan dolor de irse de nuestro lado.

Siempre en mis oraciones están los que algún día serán mis nueras y mis yernos, pido por ellos para que donde quiera que estén; estén bien y lleguen a las vidas de mis hijos e hijas, cuando Dios y cada quien lo decida.

Aunque confieso que jamás había pensado en mis consuegras hasta hoy que leí un artículo que me llegó hondo, así que, a ti me dirijo: 

Comadritas donde quiera que estén….hago una plegaria para que seamos cómplices y estamos en esto juntas, moldeando corazones. 

No sabes cuánto significa para mí que le des a tus hijos todo lo que tienes cada día, incluso en días en los que no tienes mucho que dar. 

Porque tu hija dormirá junto a mi hijo quizá, por más de cincuenta años. 

Porque tu hijo será el que sostenga la mano de mi hija cuando nazca nuestro primer nieto. 

Y cuando lleguen los días más obscuros de sus vidas, serán nuestros hijos, quienes los enfrenten juntos.


Hago una oración para que abraces fuerte a tu niñito cuando esté triste, solo o asustado. 

Porque algún día, mi hija, crecida, hermosa y con hijos propios, podría sentirse triste, sola o asustada. Y Él necesitará saber cómo consolarla. Enséñale. Te prometo hacer lo propio.

Y permite que tu hija te escuche hablar palabras justas que traigan vida y esperanza. Porque algún día, mi hijo estará agobiado y cansado y las palabras que grabe en la mente tu hija hoy, pueden ser el bálsamo para el alma de mi hijo mañana.


Estoy haciendo mi mejor esfuerzo. A veces fallo, así que Ora por mí también.


Algún día nos sentaremos en lados opuestos del pasillo muy arregladas, muy chulas, muy coquetas y veremos a nuestros dulces niños, transformados en novio y novia, los veremos genuinamente emocionados al hacerse el uno al otro promesas que tu y yo conocemos.

Veremos a nuestros hijos crear sus propias familias con los ingredientes que les hayamos dado, esos ingredientes que estamos sembrando en sus almas hoy. Recuerda sembrar paz, humildad y empatía, te prometo que haré haré lo mismo.

¡Cuan maravilloso es poder tomar consciencia y comprender de una vez y por todas, que eso que nuestros hijos y nuestras hijas viven hoy, es justo el método y la dinámica que implementarán en sus propias vidas el día de mañana!.

Por eso, comprométete. Que escuchen de nosotras, buenas palabras. Que aprendan de nosotras la serenidad, la comprensión. Que tengan ganas de saber lo que el otro está sintiendo. Que tengan una infinita misericordia por sus propias vidas y la de aquel o de aquella con quien comparten, transforman y construyen su familia. 

Mostrémosles que equivocarse es humano, que intentarlo de nuevo es de humildes, que saber pedirse perdón es un don que solo los adultos de mente, corazón y espíritu lo consiguen.

Hazme saber si estás de acuerdo con esto, comparte estas letras. Yo estoy haciendo lo propio. Porque quiero que el día de mañana, mis hijas y mis hijos, se encuentren de frente con los tuyos … y se puedan ver a los ojos, se puedan sonreír, se puedan hablar bonito y se puedan entregar el alma. 

No sabes quien soy, yo no sé aún tu nombre.

Pero te honro, te respeto, te comprendo y envío mi cariño a través de todo lo que hago, escribo y hablo. Para crear esa atmósfera donde prospere lo mejor, y que en eso bañen sus almas los tuyos y los míos.

Con amor,

Soy Plan C