Te invito a ir más allá que solo soñar con sentirte bien. A dejar de creer que si te sientes frecuentemente enferma, quizá se deba a lo mal que comes, a lo mal que duermes, al maldito estrés de las últimas semanas o a tu mala genética que en lugar de darte un metabolismo de ensueño, solo te heredó enfermedades crónicas insufribles.
Además del Estrés, la Depresión, la Ansiedad y otros Malestares derivados de situaciones cotidianas que son fáciles de identificar, me gustaría compartirte algunas otras situaciones o comportamientos específicos que también suelen provocar grandes impactos, pero que normalizamos o pasamos por alto durante mucho tiempo, hasta que se convierten en serios problemas de salud: