NUESTRAS FAMILIAS DESTRUYERON NUESTRO MATRIMONIO

Te escribo con respecto al divorcio tan doloroso que estoy viviendo.

Tengo una familia con dos hijos adultos y un esposo que es un excelente proveedor y un excelente padre, pero al que tengo años pidiéndole una caricia, un detalle.

Nuestra relación siempre se ha visto empañada a causa de nuestras familias.

Mi hija fue abusada por uno de mis parientes, algo terrible, pero un hecho en el cual al menos el resto de mi familia le creyó a mi hija y le brindo su apoyo.

En su familia en cambio, solo saben rechazar y crear problemas.

Desde siempre he vivido malos tratos por parte de su mamá, de sus hermanos e incluso hasta de sus cuñados.

Pero así es en su familia, crean conflictos y separaciones.

Ese distanciamiento no solo es hacia mi, también se lo aplican a él, eso es algo de lo que siempre me ha culpado.

Además, como te decía, en nuestro matrimonio las cosas no han marchado del todo bien, por ejemplo llevamos muchos años sin muestras de cariño y mucho menos intimidad. Recientemente me atreví a hablar con él, le dije que era un buen proveedor y un buen padre, pero que no sabía ser un buen esposo.

En el momento no dijo nada, pero después de eso me llamó para decirme que no valgo nada, que solo sirvo para limpiar mi negocio y que lo nuestro se acababa.

Me dolió en el alma Cyn, yo lo amo. No puedo creer que 23 años de casados no valgan nada.

He intentado hablar con él, ponernos de acuerdo y organizarnos al menos. Pero a él solo le importa el trabajo y sus hijos, YO NO.

Gracias por permitirme desahogarme contigo y ver si hay alguna manera de comprender todo esto que me pasa, me duele el corazón Cyn.

Con cariño CS

Querida CS:

Lo diré de esta manera:

Depender Emocionalmente de la persona que amamos es un error, pero depender emocionalmente de quien nos lastima, es sepultarnos en vida.

En este momento sientes que has perdido 23 años de tu vida porque tu esposo se ha ido. Pero vamos a deshilvanar lo que ha pasado y comprender si en realidad es una pérdida.

Todo se suscita a raíz de que te sinceras con respecto a como te sientes en la relación, lo cual no debiera ser un acto criminal, sino un acto de sincera intimidad emocional en una pareja.

Sin embargo, en lugar de ver esto como una oportunidad para hacer ajustes, eso provoca que a tu ex-esposo le valga como argumento para castigarte y agredirte una vez más, pero ahora, como va a irse, al parecer quiere asegurarse de que DUDES DE TI para siempre.

Y no hay “mejor manera de hacerlo” que haciéndote dudar de tu valor. Ahora según él, no vales ni como persona, ni como esposa, ni como madre, te reduce a ser una simple empleada que lo único que sabe hacer es limpiar un comercio.

Vaya con las formas.

Ningún buen padre destruye moralmente así a la madre de sus hijos, porque sabe, que destruyéndola, destruye una parte de ellos. Lo digo de paso, para que aprendamos a establecer mejor nuestros parámetros cuando decimos “es mal esposo, pero muy buen padre”.

Sigamos.

Irse es su derecho, es más, dadas las circunstancias de la relación que llevaban, tarde o temprano alguno de los dos tenía que hacerlo, el tema es que él decide partir hiriendo y controlando; levanta un muro, evita el diálogo, impide que accedas emocionalmente a él, consciente o no, sabe que es algo que siempre anhelaste poder hacer. Así que, por supuesto te lo niega.

Pero lastimar no es algo nuevo para él.

Se puede herir también por omisión y vaya que de eso hay mucho en la relación que ustedes tenían.

– No poder contar con la presencia del otro, es una manera de agresión.

– Menospreciar los esfuerzos o logros del otro, es una forma muy violenta de ejercer control al mismo tiempo que le quita al otro su dignidad.

– Recibir como castigo el desdén y la indiferencia, deja una herida profunda.

– Ver ignorados nuestros deseos de intimidad emocional y sexual, es algo de lo que poco se habla, pero igualmente cala hondo.

Es cierto que las personas somos distintas y que tenemos lenguajes diferentes para comunicar el afecto, pero un objetivo de ser una pareja, es construir un dialecto donde ambos podamos sentirnos escuchados y comprendidos.

Nada de eso observo en lo que me cuentas.

Aquí era ignorar, culpar y castigar. Nada más.

Definitivamente hay relaciones que terminan mucho antes de que alguno de los dos se vayan del hogar común Querida CS.

Dices que lo amas mucho y que por ello te duele. Pero yo más bien creo que lo que te duele es creer que eso es amor.

Y aunque creo que hay familias que pueden ser muy nocivas y puedan tener el don de poner en jaque aún a los matrimonios más bien avenidos, sinceramente no creo que el tuyo se haya terminado por ese motivo.

Cierto, en nada abonaban ni una suegra irrespetuosa, ni unos cuñados igualmente ladinos, pero no omitas el hecho de que tu ex-esposo no hacía mucho por evitar esas faltas de respeto, porque incluso, te responsabilizaba por los conflictos de aquel sistema.

Sinceramente no encuentro razones para creer que esto sea la causa de que su matrimonio haya terminado. Me temo querida, que estás poniendo demasiada energía en encontrar culpables donde no los hay.

A decir verdad, en todos los frentes librabas batallas perdidas.

Entonces, ¿qué opinas si comienzas a concentrarte en una misión donde puedas ganar?

Mira, me gustaría mucho que hicieras memoria sobre como fue la relación de pareja de tus padres.

Si su relación te inspiró a construir la tuya o si por el contrario, te marcó de tal forma que te prometiste no repetir algún patrón.

Me gustaría que comenzaras a reflexionar en la forma en que te cuidaron cuando fuiste niña, ¿recuerdas si te sentías segura a su lado? o ¿sentías que debías ganarte su aceptación a toda costa?.

Claro, ya lo sé, no vas a poder responderme.

Y quizá creas que no tenga ningún sentido ponerte a pensar en ello.

Sin embargo el solo hecho de leer estas preguntas, va a darle pistas a tu subconsciente.

Y tu subconsciente sabe perfectamente a donde voy.

Mira hermosa, al menos es más útil hacerte esas preguntas cada vez que quieras entender los motivos por los cuales tu ex-marido decidió irse.

En lugar de querer comprenderlo a él, busca más respuestas sobre ti.

Muchas de las respuestas que necesitas, están en tu historia, no en la suya.

Y por favor bonita, no te confundas, por supuesto que esos 23 años fueron valiosos. Todo depende de ti. Si te pones pilas, bajita la mano te puedes ir de esa relación con una buena lección.

Aprendiendo que no es que te mueras de amor, lo que realmente “mata”, es el apego mal gestionado, porque enferma, nubla el criterio, te degrada lentamente sin que te des cuenta, te deprime, te genera una cantidad ingente de estrés, te mantiene al filo del miedo, cansada, sintiéndote insuficiente y si no te vas a tiempo, te somete hasta acabar con todo rastro de humanidad en ti.

A eso me refería al inicio, cuando te decía que teníamos que deshilvanar todo, que quizá lo que parece pérdida, luego pueda convertirse en ganancia.

Además, hablando de ganancias, de esos 23 años, te quedan tus maravillosos hijos.

De hecho, por el tipo de dinámica en la que llevaban años sumergidos, de “estar pero no estar”, “de ser pareja, pero no hacer cosas de pareja”, de “relación-no relación” que sostenían, podría decirte que concebirlos era el propósito que ustedes tenían, que cuando cumplieron, bien podían haberse separado. Pero persistieron en quedarse juntos más tiempo sin sanar, se quedaron a pesar de la infelicidad de ambos y eso ya fue puro dolor innecesario.

Ahora es momento de transformar ese sufrimiento en aprendizaje.

Es momento de equilibrar todos tus roles.

ERES MUCHO MÁS que solo la esposa de» o la mamá de”.

Si vives exclusivamente para los demás, reduces todas tus opciones de ser feliz. Dependerás siempre de otros para determinar tu valor y tu alegría y eso, déjame le quito el misterio, siempre acaba mal.

El secreto es volver a ti para saber como amarte adecuadamente.

Las crisis son horribles, lo sé, pero también sé que son la antesala de algo magnífico a lo que solo le falta tiempo.

Así que dale tiempo a tu crisis y verás lo que puedes rescatar.

Cuando una estrella masiva está a punto de morir, su centro comienza a implosionar, tal como te sientes ahora, que te desmoronas por dentro,  pero luego sobreviene un estallido capaz de iluminar y nutrir el cosmos llamado supernova, es entonces que la brillante nueva estrella aparecerá.

Cuando eso suceda, asegúrate que la luz que emanes ilumine tu camino y el de tus hijos, sobre todo el de tu hija. El que ella te vea dispuesta a buscar como aprender a amarte después de haberte visto permitir tanto desamor y tantas faltas de respeto, es una hermosa manera de inspirarla a que siempre se puede aprender a amarse así misma.

Las huellas de un abuso como el que ella sufrió, pueden prevalecer a pesar de que pase mucho tiempo, más cuando el abusador pertenecía al círculo que ella concebía de confianza.

No importa cuan adulta sea, tu ejemplo siempre puede ser su ejemplo para sus propias relaciones de pareja o de matrimonio.

Insisto, tu nueva etapa, puede ser la nueva etapa de ambas.

Comprender lo que es el amor sano, aprender a establecer límites, saber decir no, son cosas que una hija aprende mejor de una madre que lo practica diariamente.

No sé si sea la respuesta que esperabas de mi parte.

Pero no puedo más que decirte que ese adiós, es quizá un regalo al que necesitas quitarle el envoltorio.

Te hicieron un favor CS

Solo que todavía no lo sabes.

Ya pronto lo sabrás.

Con amor,

Cyn

Si también quieres enviarme tu historia, puedes hacerlo al correo queridacyn@gmail.com

Disclaimer: Esta carta no sustituye atención médica, ni terapéutica. Aún cuando Cynthia García-Galindo cuenta con la formación profesional en diversas ramas de la salud emocional, las respuestas que ofrece a sus lectores bajo este formato, son misivas literarias con fundamentos teóricos mezclados con experiencias profesionales y vivencias personales, donde lo que pretende, es guiar y estrechar lazos más íntimos con su audiencia y no necesariamente, ofrecer soluciones que deban seguirse como una receta, ya que cada caso es único.